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domingo, febrero 24, 2013

JEAN FRANÇOIS BILLETER : LA FILOSOFIA DE ZHANGZI


Escrito por Luis Roca Jusmet

 


 Jean François Billeter es un filósofo y sinólogo suizo que a pesar del interés de sus obra se le conoce en relación con su polémica con otro filósofo y sinólogo, el francés François Jullien. Independientemente de los méritos de cada cual ( que ambos los tienen) Billeter es un filósofo y escritor conocido en círculos reducidos y Jullien, algo más joven que él, se ha convertido en un escritor y conferenciante mediático, reconocido internacionalmente y traducido a muchos idiomas. La obra de Billeter es más modesta, lo cual no quiere decir que sea peor. Billeter escribe un libro contra Jullien porque está en contra de su manera de homogeneizar el pensamiento chino y porque está en contra de su consideración de que la filosofía es un invento griego-europeo y por tanto no hay filosofía original en el pensamiento chino. Lo que dice Jullien no es nuevo. Desde Heidegger a Castoriadis pasando por Colli se ha visto en la filosofía algo propio de los griegos, sea por su lengua, por su imaginario creativo o por su cuestionamiento del saber.
De Billeter s eha traducido al castellano únicamente un pequeño libro, editado por Siruela el año 2003 y traducido de forma excelente por Anne-Helène Suárez Girard. El texto original es del año anterior y su título es Lecciones sobre Zhuangzi : aquí se ha publicado como Cuatro lecturas de Zhuangzi.
Hay dos cuestiones interesantes, más allá del análisis de los textos de Zhuangzi. En primer lugar su defensa del autor como un filósofo y en segundo lugar su método para abordar un texto tan antiguo y de una lengua tan diferente como la China.
Billeter da una definición de filosofía que me parece muy sugerente y muy precisa :
" Filósofo es un hombre que piensa por sí mismo, tomando como objeto de su pensamiento la experiencia que tiene de sí mismo, de los demás y del mundo ; que se informan de lo que piensan o de lo pensaron antes de él los demás filósofos ; que es consciente de las trampas que utiliza el lenguaje y, en consecuencia, lo utiliza de una manera crítica."
Me parece, insisto, una definición estupenda. Tanto por su sencillez como por su carácter integrador. Hay que reivindicar la claridad y el rigor en filosofía. Hay que buscar planteamientos que no sean excluyentes ni sectarios.
Analicemos los diferentes aspectos :
 El filósofo es un hombre que piensa por sí mismo. Imprescindible. El filósofo no repite ni comenta lo que han dicho otros. Esto es escolástica, ni filosofía. El filósofo piensa por sí mismo pero partiendo de lo que han penado otros. Esto es lo que hace Billeter con Zhuangzi : relacionarse con él con un igual no como un maestro. Billeter busca una experiencia común. Esto es lo que le diferencia de Jullien, que busca lo diferente.
 El objeto de la filosofía es la experiencia : con respecto a uno mismo, a los demás y el mundo. El filósofo es subjetivo, no objetivo como el científico. Pero subjetivo quiere decir que habla desde su experiencia, no desde métodos objetivos. Billeter nos explica con precisión lo que entiende por experiencia : es el substracto familiar de nuestras experiencias conscientes.El filósofo se situan en la tradición filosófica. No parte de cero sino de una lectura de filósofos anteriores. Para Billeter no sería la tradición filosófica occidental sino la universal.Pero esto no es el "pensamiento heredado", el imaginario constituido de la sociedad. La filosofía es siempre crítica, no es una aceptación de la tradición.El filósofo analiza el lenguaje y a través de él los conceptos. Esto no quiere decir que se sitúe en la línea analítica porque es suficientemente amplio como para integrar a filósofos como por ejemplo Nietzsche, Heidegger y Foucault.
La segunda cuestión es la del método de traducción. Billeter quiere ir directamente al texto y a su sentido. Intentar traducir cada ideograma en palabras que formen parte d enuestra expriencia, recogiendo así lo que hay de común. Olvidarse de los comentarios posteriores, sobre todo los de los propios chinos, que lo enmarcado en el taoismo. No está de acuerdo. En primer lugar porque considera que el taoismo es una palabra ambigua que tiene muchos sentidos y que ninguno se corresponde con lo que dice este filósofo. Considera que hay influencias claras de Confucio y muchas diferencias con Laozi. Considera que Zhuangzi es un hombre libre que cuestionaba las convenciones y al poder. Laozi, en cambio, justifica al Emperador como origen y motor de todas las cosas.
Otra cuestión interesante es como relaciona a Zhuangzi con Wittgenstein, Spinoza y Montaigne. Con el primero lo relaciona en el sentido de que la filosofía no es explicativa sino descriptiva : nos dice "como funcionan las cosas" que forman parte de nuestra experiencia. El acto filosófico máximo es describir, sobre todo cuando nos referimos a nuestra experiencia elemental, más cercana. Zhunagzi habla de lo que Billeter nombra "regímenes de actividad". Al contrario del fenomenólogo, que describe lo que observamos lo que quiere hace es describir lo que hacemos. Hay también una coincidencia con Spinoza. Lo más importante no es lo intencional, sino el curso natural y necesario de las cosas. El libre albedrío es una ilusión. Esto coincide entonces con Montaigne : nuestro cuerpo es lo importante. La conciencia es superficial, es el cuerpo el que sabe.
Hay en Zhuangzi un paradigma interesante de subjetividad. Lo subjetivo es el vacío, que es el que evita la repetición, la rigidez y la locura. Hay que ir y volver al vacío porque nos nutre y nos libera. Lo que ocurre es que Billeter aquí falla cuando al vacío lo llama también confusión. Me parece un término poco adecuado. Porque confusión es lo contrario de claridad. Quizás podríamos decir indiferenciación. La subjetividad es entonces este ir y venir entre el vacío y las cosas.
Hay una idea muy interesante de cuerpo, más allá del dualismo y del monismo. Definirlo como una estructura dinámica formado por capacidades, recursos y fuerzas.
Zhuangzi es un pensador libre, inclasificable, del que podemos aprender mucho hoy, esta es la conclusión de Billeter. Para ello nos invita a esta lectura. Yo hago lo mismo con el pequeño y rico libro de Billeter, que es una pequeña joya.